Retos y migración: el impacto del fin de Windows 10
Microsoft ha anunciado oficialmente el fin del soporte de Windows 10 a partir del 14 de octubre de 2025. En concreto, esto implica que cientos de millones de usuarios tendrán que considerar la transición a un nuevo sistema operativo, en particular Windows 11. Uno de los principales retos de esta evolución es el alcance de la adopción de Windows 11.
Según el estudio de Statcounter, en abril de 2024, este sistema representaba el 70,03 % del mercado mundial. Por el contrario, Windows 11 experimentó una disminución del 1,03 % en su cuota de usuarios durante el mismo período. Por no hablar del fin del soporte, que podría costarle caro al planeta.
¿Por qué Microsoft pone fin a Windows 10?
El fin del soporte de Windows 10 por parte de Microsoft forma parte de una estrategia de renovación.
El objetivo es claro: animar a los usuarios a adoptar Windows 11, que ofrece nuevas funcionalidades. Esta transición también permite a la empresa centrarse en el desarrollo y el soporte dedicado a Windows 11, en lugar de gestionar varias versiones simultáneamente.
Fin de Windows 10: ¿qué impacto medioambiental tiene?
El tema es amplio y bastante alarmante en cuanto al impacto que conlleva una decisión de este tipo.
Ante la obsolescencia programada de los PC con Windows 10 que no podrán beneficiarse de la actualización, Microsoft recomienda comprar un nuevo dispositivo. Obligar a los usuarios a deshacerse de los equipos que funcionan para comprar otros nuevos usuarios separarse de máquinas en buen estado para adquirir otras nuevas no solo representa un importante coste financiero, sino también un fuerte impacto medioambiental. Este enfoque podría suponer un desperdicio considerable. Según un estudio difundido por Clubic, más de 240 millones de ordenadores corren el riesgo de ser desechados como consecuencia de esta decisión. Esta cifra incluye no solo los dispositivos que ya están en circulación, sino también los que ya se han fabricado y que ya no podrán comercializarse.
Si decide seguir utilizando un ordenador con Windows 10, este dejará de actualizarse. Se vuelve vulnerable con muchas vulnerabilidades de seguridad. Para remediarlo, Microsoft planea ofrecer actualizaciones para Windows 10, pero solo a los usuarios que se suscriban a una suscripción anual de pago. Este servicio está limitado a un máximo de tres años, lo que deja poco margen para evitar el cambio a Windows 11.
Si su PC no es compatible con Windows 11 y no desea invertir en un nuevo equipo, podría ser una buena idea explorar las alternativas que ofrece Linux, capaces de devolverle una segunda vida a su ordenador.

Linux, una alternativa fiable a Windows
Si su hardware no cumple los requisitos de Windows 11, Linux es una excelente alternativa, especialmente para máquinas más antiguas.
A diferencia de las nuevas versiones de Windows, que suelen consumir muchos recursos, Linux es un sistema operativo que permite mejorar el rendimiento en equipos antiguos y, al mismo tiempo, ofrece una interfaz fluida y receptiva. Con distribuciones como Ubuntu, Debian o AlmaLinux, es posible encontrar un entorno estable y eficaz, incluso para usos profesionales.
Optar por Linux es también elegir un sistema operativo gratuito, sin costes de licencia, a diferencia de Windows. Además, permite prolongar la vida útil de los equipos, evitando así una costosa renovación del hardware y reduciendo el impacto medioambiental.
Anticípese ahora a su migración con WAPT:
Se acerca la transición a Windows 11 y es esencial asegurarse de que su parque informático está preparado. Gracias a WAPT, puede comprobar fácilmente la compatibilidad de sus estaciones de trabajo y preparar la actualización.
Compruebe la compatibilidad de sus estaciones de trabajo
Antes de cualquier migración, asegúrese de que sus máquinas cumplen los requisitos de Windows 11. Para ello, implemente el paquete Windows 11 Requirements a través de WAPT. Consultando la pestaña Auditoría, obtendrá un análisis detallado de los requisitos previos y podrá identificar de un vistazo los puestos que cumplen los requisitos.
Cambia a Windows 11 fácilmente
Si su hardware es compatible, puede actualizarlo utilizando el paquete Windows 11 Upgrade Template. Este le permite instalar la versión deseada de Windows 11. Sin embargo, es necesario personalizarlo antes de implementarlo: recuerde utilizar el comando update-package para adaptar el proceso a su entorno.
Gracias a WAPT, la migración a Windows 11 se convierte en un proceso fluido.
Para concluir el artículo dedicado a la migración de Windows 10 a Windows 11, tomar una decisión de este tipo no está exenta de consecuencias. Pero la situación también puede llevar a las empresas a replantearse sus formas de trabajar de forma más responsable y económica.
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Uno de nuestros clientes nos da su opinión
La empresa Grimaud nos cuenta la migración a Windows 11 en su parque informático.
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